Hace poco más de una semana comentaba en otro blog la
necesidad de la adopción de medidas de carácter urgente
que viniesen a paralizar los desahucios que a diario se venían
produciendo en nuestro país.
Me preguntaba la razón por la que el Gobierno del Estado no
utilizaba la figura legislativa del Decreto Ley para atajar una
situación que era insostenible y se estaba convirtiendo en una
auténtica lacra social.
Ayer entró en vigor el R.D.L. 27/2012, de 15 de Noviembre,
que significa un primer paso institucional para dar respuesta a
aquella necesidad.
Si bien es cierto que la citada norma no va a amparar todos los
casos de posibles desahucios, no lo es menos que mediante la
misma se podrá evitar que un importante número de
familias sean arrojadas a la calle. Familias que se encuentran en las
condiciones socioeconómicas más vulnerables.
A pesar de las críticas que desde distintos sectores se han
hecho al contenido del R.D.L., entiendo que se ha de hacer una
valoración positiva, considerando que hasta hace escasas
fechas no existía amparo alguno para la totalidad de las
familias afectadas por procedimientos de desahucios.
Habrá que buscar otras vías para los casos que no
puedan acogerse a la nueva norma, especialmente los relativos a
familias en régimen de alquiler. En cierta manera, el
propio R.D.L., nos da una pista, al encomendar al Gobierno la
constitución de un fondo social de viviendas, que, en base a
presupuestos de igualdad y justicia, se podría hacer extensivo
a las familias que no estén amparadas por aquella norma.
Pedro L. Alcántara
EXTRACTO
R.D.L. 27-2012.-