jueves, 7 de marzo de 2013

Transcripción de las notas tituladas: Rafa. In memoriam.-

En la mañana de hoy, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro,  ha presidido  el acto académico que se ha celebrado  en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias de la Salud, con motivo de la festividad de su Patrón, San Juan de Dios.

El citado acto ha tenido el siguiente programa:
11:00h. Salón de Grados de la Facultad de Ciencias de la Salud.
  • I. Intervención de la secretaria de la Facultad de Ciencias de la Salud, Mª del Carmen Lozano Peña.
  • II. Conferencia: “Resiliencia en acontecimientos adversos”. Ponente: Javier Urra Portillo. Psicólogo, ex defensor del menor de la Comunidad Autónoma de Madrid y divulgador científico.
  • III. Entrega de distinciones de la Facultad de Ciencias de la Salud.
    • Distinciones acreditativas a los mejores expedientes académicos de la promoción 2009/2012.
    • Reconocimiento al personal del Centro con motivo de su jubilación.
    • Reconocimiento a los nuevos doctores de la Facultad de Ciencias de la Salud.
    • Reconocimiento a los centros que colaboran en la formación práctica de los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Salud.
    • Reconocimiento al profesorado de la antigua Unidad Docente de Matronas.
    • Recuerdo en memoria de Rafael Ramón García Liñán.
  • IV. Donación de material sanitario de la empresa Oxidoc para declarar la Facultad “Espacio Cardio Protegido”.
  • V. Intervención del decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Antonio Muñoz Vinuesa.
  • VI. Clausura del Acto Académico.
(Programa obtenido en la página web de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada)

Sin pretender restar importancia alguna al resto del contenido del programa, -que ha resultado en su conjunto muy interesante y emotivo-, haré referencia exclusivamente al recuerdo del que fue administrador de la citada facultad, Rafael Ramón García Liñán, fallecido el pasado mes de Diciembre.  Y la haré transcribiendo unas notas que me ha hecho llegar un buen amigo que ha asistido al acto, junto a la viuda, las dos hijas y las dos hermanas de nuestro querido Rafa.

Notas que ha titulado: Rafa. In memoriam.


"Esta tarde también llueve.

Aún resuenan en mis oídos las palabras pronunciadas por su compañera, que leía, a veces con voz trémula, rota por la emoción, unas líneas que sus compañeros y compañeras de la Secretaría de la Facultad de Ciencias de la Salud habían preparado para este acto, el primero al que Rafa no ha asistido.

Si bien tanto el rector, como el decano de la facultad,  han hecho referencia a la valía humana, personal y profesional de nuestro querido Rafa, han sido las palabras de sus compañeros y compañeras  las que nos han llevado a tenerlo presente, allí, junto a nosotros.

 Las que nos han transmitido una emoción tal que nos ha sido imposible evitar que las lagrimas recorriesen nuestras mejillas.

Las que nos han llevado a ese  sofá en el que Rafa los días de lluvia gustaba sentarse  para leer y estudiar sobre tantos temas que  le apasionaban.

La que nos han llevado a las pistas de tenis de Otura, Atarfe, El Serrallo.

A ciudades como Florencia, Paris, Praga, Viena.

En definitiva, las que nos han hecho recordar a Rafa, -a ese ser humano, a ese hombre excepcional-, en los momentos que hemos compartido a lo largo de tantos años.

Quiero ahora trasmitiros a todos vosotros esas palabras:

Querido Rafa, un año más conmemoramos el Día del Patrón, aunque éste es el primero sin ti.

 Escribo estas breves líneas en una tarde lluviosa, mirando tras la ventana, como tantas veces has mencionado que te gustaba hacer en esos días que no te permitían jugar al tenis, tu gran pasión. 

Una pasión que disfrutabas a diario, que te producía un brillo en los ojos cuando comentábamos algo sobre él y que te describía perfectamente, ya que el tenis es un juego entre caballeros, y ninguno a tu altura. 

Tú jugabas para que tu oponente disfrutase con el juego, y ahí radicaba tu satisfacción. No te interesaba ganar; los puntos, juegos o sets no eran importantes, no se contaban; lo importante era jugar, como siempre, lo importante era el camino y no el final.

Pero quedarse con el Rafa tenista es conocer sólo una pequeña parte de tu gran humanidad. Siempre te ha gustado viajar, enamorado de la belleza de Viena, de Praga, Roma, Londres o Budapest, y sobre todo de París y Florencia. 

Pero también nos sorprendiste por tu afición por la física y por tu infinita paciencia al intentar explicarnos cosas como la naturaleza ondulatoria de la luz y la dualidad onda-corpúsculo de la materia, mediante el experimento de la doble rendija, menuda ocurrencia ante el nivel de la audiencia.
  
Nos descubriste a Ofiuco, ese décimo tercer signo zodiacal que todos desconocíamos, como desconocíamos ese talento musical que te permitía sacar de oído canciones de los 60 y los 70 y con las que nos deleitaste en la despedida de nuestra compañera Susana y nos consta que maravillaste en la comida de Navidad al resto de administradores.
  
Querido Rafa, tu ausencia nos ha dejado un hueco difícil de ocupar y mi ánimo difícil de describir, aunque quizás pueda verse reflejado en unos versos que Miguel Hernández dedicó a su amigo Ramón Sijé:




Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

 Pero pese a mi tristeza, doy gracias por haberte conocido, por haber compartido muchos momentos contigo, por contagiarnos tu optimismo, por compartir tu vitalidad, por hacernos partícipes de tu bondad.

 Alguna vez comentaste que cuando observamos el firmamento vemos estrellas que ya no están. Desde que no estás, querido Rafa, observamos una estrella más.”
(Texto leído en el acto y redactado por los compañeros y compañeras de la Secretaría de la Facultad de Ciencias de la Salud)

Concluido el acto académico, hemos tenido la oportunidad de hablar con distintos  compañeros y compañeras de Rafa. A muchos de ellos no les conocíamos, sin embargo nos hemos sentido unidos a todos ellos en el recuerdo de nuestro querido amigo.

Quiero terminar estas notas agradeciendo al decano y, especialmente, a los hombres y mujeres que conforman el equipo de la secretaría de la facultad, la invitación para asistir a un acto tan emotivo.


Hasta aquí las notas de mi buen amigo. No me queda más que añadir que Rafa siempre permanecerá vivo en todos aquellos que tuvimos el privilegio de compartir algunos momentos de su vida.

“Il pleure dans mon coeur, comme il pleut sur la ville”  (Paul Verlaine).

Pedro L. Alcántara

































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